lunes, 3 de abril de 2017

San Miguel de Allende: crisol del folklor mexicano


Tratar de hacer una reseña sobre San Miguel de Allende puede parecer empresa arriesgada al haber cientos de guías de viaje con recomendaciones sobre este bello pueblo guanajuatense. Un destino importante para el turista internacional y nacional y escenario de infinidad de bodas de clase media y alta de la sociedad mexicana. Podría parecer que todo ha sido dicho o que hay poco que decir al respecto; sin embargo, más que hacer un itinerario sobre mi estancia en San Miguel o recomendar cierto lugar me gustaría más hacer un relato de mi viaje a esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad en el corazón del Bajío.



Vista de la Parroquia de San Miguel  
subiendo desde el Parque Juárez por Aldama.


Localizada en el estado de Guanajuato, la Villa de San Miguel el Grande (como era llamada antes) y el Santuario de Atotonilco fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. Otrora Pueblo Mágico, San Miguel es un destino turístico importante para visitantes extranjeros.

Un crisol del México contemporáneo lo convierten en una buena forma de juntar en un mismo lugar todo lo que el extranjero entiende de México; el mariachi en la plaza, el globero, los borrachos, la fastuosa boda y el oropel de los invitados, el colorido de la artesanía mexicana, las inditas vendiendo cosas, el carrito de los helados, etc. Parecería que en cualquier momento algún personaje de la época del Cine de Oro nacional se aparecerá y nos confirmará el porqué San Miguel es especial para los viajeros.

 
Otra cosa imperdible es la visita a 2 museos: el Museo de las Máscaras y el Museo de la Esquina. El primero está ubicado en el Hotel Casa de la Cuesta. Los dueños de este B&B son americanos enamorados de México y sus tradiciones. La casa está llena de artesanías y una cocina de talavera poblana que enamora. Al interior está el museo y el dueño tiene una colección de más de 1,000 máscaras de distintas regiones de México como Puebla, Veracruz, Michoacán, Zacatecas, la Huasteca Potosina, Oaxaca, Morelos y la colección la ha formado con máscaras que ha sido utilizadas en rituales. Para él, es la única forma en como cobran vida estas creaciones ya que cuentan una historia y la idiosincrasia del choque cultural durante la conquista. La curaduría es muy buena con una descripción de la máscara, la técnica de elaboración y el rito en el cual es utilizada. También hay videos tomados durante las fiestas. El otro museo "La Esquina" está dedicado al juguete y al arte popular mexicano: muñecas de cartón, juegos de té, juguetes de laca, muñecas vestidas con vestidos tradicionales, caballitos de madera, el imaginario popular mexicano reunido en una casa. Excelente colección de piezas con distintas técnicas artesanales, un paseo para recordar la infancia.
 
  
1. Caminatas y compras
 
En las guías turísticas de la ciudad proponen recorridos específicos pero para mí no hay nada mejor que caminar como las fachadas y calles los vayan invitando. Todos los caminos terminarán invariablemente en el Centro y en la imponente Parroquia de San Miguel y su característica fachada neo-gótica. El interior es bastante sobrio con cantera y pisos de baldosas y una hermosa capilla para el santísimo con murales modernos.
 
Prácticamente todas las calles están llenas de casas con mucha historia, portones y ventanas con un trabajo de talla en madera increíble y una variedad de tiendas de artesanías y galerías de arte que no dejan indiferente a nadie. Me llamó la atención el lugar preponderante de los tenangos de Hidalgo, la cerámica de Mata Ortíz, cerámica de Dolores Hidalgo, y el vasto trabajo artesanal de Michoacán (cobre, piñas de barro vidriado, cerámica de capula, etc). Para amantes de las artesanías de calidad es sin duda un paraíso para perderse horas en las tiendas e imposible no salir con algo increíble. Del lado de la artesanía de la región destaca el trabajo en latón en particular en lámparas, y espejos.
 
 
Detalle típico de un comercio en San Miguel.
Los listones son el indicador de que en el interior algo
se vende (café, artesanías, comida, etc)
 
 
Si acaso hay solamente un  recorrido que sí no se les debería escapar y es recorrer la calle Aldama desde el Parque Juárez hasta la Parroquia. Una calle tranquila, con imponentes casonas con los techos llenos de macetas con agaves o buganvilias que son el pretexto perfecto para iniciar o cerrar un día.
 
Vale la pena también subir por la calle Relox hasta el mercado de Artesanías, en el camino encontrarán un montón de tiendas de muebles antiguos con precios muy accesibles y hasta arriba del todo la Fábrica La Aurora. Dicha fábrica es un trabajo de recuperación de una antigua fábrica textil del siglo XIX. Ahora es un mercado de diseño con galerías, tiendas de muebles y artesanías de muy alta gama. Para cualquier mortal es solamente un escaparate para tener ideas o simplemente soñar ya que el precio de las tiendas para algunos objetos puede parecer obsceno. Aunque si fuese millonario podría ser un lugar de compras para algún capricho... se vale soñar.
 
 
Los portones tallados en Madera. El de la izquierda es al interior de una tienda de muebles antiguos, talla en madera y mayólica de Dolores Hidalgo. A la derecha una de las puertas más hermosas sobre la Calle de Zacateros casi esquina con Umarán.
 
 
México en estado puro
 
 
 
 
Una instantánea muy difícil de lograr ya que siempre hay gente en la calle y a todas horas hay tráfico

 
La noche tiene historias que contar.
Caminata después de merendar es obligatoria
 
 
 
                          
 
Los techos de las casas están llenos de macetones de barro con agaves o buganvilias.
 
 
El paso del tiempo en el Bajío.
  
 
2. Opciones para comer / beber
 
San Miguel puede representar complicado a la hora de decidir que comer! En primer lugar, ninguna mañana empieza bien sin una buena tasa de café! Hay un lugar muy recomendado que se llama el Café Lavanda pero siempre había cola para entrar y si algo me molesta en viajes de descanso es tener que hacer fila por un café!
 
Café Oso Azul
 
Pero de todas formas encontré dos sitios muy buenos con excelente café de Coatepec. Uno el Café Oso Azul y el otro un café pequeño llamado Zenteno. El primero es un sitio de un americano muy amable en la calle de Zacateros casi esquina con Umarán y el segundo está en la esquina de Tenerías y Hernandez Macías. El café cumple y los sitios son bastante agradables sin ninguna clase de pretensiones.
 
 
 
 
 
 
Para el calor nada mejor que un helado y los helados más ricos los encuentran en la esquina de Insurgentes con Relox. No se trata de un local pero de los helados de toda la vida en tambos de madera con hielo con una variedad impresionante de sabores desde la clásica nieve de limón hasta la elegancia de helado de Ferrero Rocher, chocolate abuelita o cosas divertidas como helado de Gansito. Literal es un helado de chocolate con trozos de Gansito.
 

Terraza de la Pizzería Chiquita
 

 
 
Para la selección de comida la elección fue mucho más difícil. Las opciones para elegir son abundantes, comida peruana, italiana, contemporánea, mexicana y hay sitios tan caros como cualquier restaurante de Polanco o la esquina con quesadillas y tacos al pastor. Yo recomendaría un lugar que nos llamó la atención por su tranquilidad en medio del bullicio y una hermosa terraza que domina el centro. Es un bed and breakfast en la esquina de la calle Correo con De los Chiquitos. Llama la atención por que el horno de leña está en la planta baja y hay que subir 3 pisos literalmente a la azotea para comer. Tienen una buena selección de cerveza artesanal y la vista es imperdible. Ante el bullicio y el calor es un oasis que permite disfrutar del pueblo.
 
Pero si lo que quiere uno es tener sabor local justo en la calle independencia casi llegando con el señor de los helados está un puesto de gorditas con las clásicas gorditas de migas del bajío. las migas con una especie de chicarrón prensado pero más ricas! Se pueden pedir solas o con guisado.
 

Si la cartera no está como para gastar demasiado en alimentos o simplemente se quiere degustar algo más de la calle tranquilamente estas gorditas son una buena opción: buenas, bonitas y baratas!

 
 
 
3. Turismo Religioso, visita a un Santuario y un chapuzón!
 
Parroquia de San Miguel Arcángel


San Miguel es un pueblo con Iglesias lindas, cúpulas que se asoman en las caminatas  y detalles en cantera como cruces y fuentes antiguas que lo convierten en una buena opción para hacer turismo religioso. Buenos ejemplos del Barroco mexicano, trabajos en cantera y una visita imperdible al Santuario de Jesús de Nazareth en Atotonilco no deben de faltar en el itinerario.


 
Definitivamente, la imagen más representativa de San Miguel es la Parroquia de San Miguel Arcángel. Con una fachada de estilo neogótico en cantera rosa se erige en el centro del pueblo. Al interior sorprende la sencillez y sobriedad de su decoración, baldosas rosas, cantera gris y detalles en oro recogen al viajero. Una hermosa capilla con murales modernistas dedicada a Jesucristo y detalles en talavera lo hacen punto obligado para el visitante. Más adelante, otro bello templo de fachada barroca tallada en cantera y una bella cúpula central recubierta en Talavera nos esperan. En la esquina de San Francisco y Juárez se alza el Templo de San Francisco. Afuera en su patrio se antoja una nieve o tomar agua y disfrutar del bullicio antes de entrar a un templo con una decoración sobria, con detalles en cantera gris con detalles en estofado de oro y pisos de baldosa gris.  Aunque el paseo más bello es el que lleva al Santuario de Atotonilco, una sorpresa del Barroco Mexicano que ha sido comparado con los murales de la capilla sixtina.
 
 
Fachada del templo de San Francisco
 
 
El Santuario de Jesús de Nazareth en Atotonilco.
 

La mañana es calurosa y dan ganas de lanzarse a la aventura así que el itinerario consiste en visitar el Santuario de Atotonilco y darse un chapuzón en las aguas termales. Aproximadamente a 10 minutos de San Miguel en el camino hacia Dolores Hidalgo está ubicado el Santuario de Jesús de Nazareth en Atotonilco. En el centro del pequeño pueblo, se levantan los muros del Santuario. Construido en el siglo XVIII, la sobriedad del exterior contrasta con la decoración al interior. El templo y sus capillas están llenos de murales con escenas de la pasión de Cristo y de otros pasajes bíblicos. Llama la atención el trazo de los dibujos y los colores empleados, recordando en ciertas ocasiones a figuras del Greco por la paleta de colores empleada (obscura, resaltando rojos y azules) y lo alargado de las figuras. También destacan los bellos nichos con estofado en oro y las figuras de santo talladas en madera. No se si yo diría que es la capilla sixtina en México como se han atrevido otros en llamarlo pero sí puedo decirles que es un templo mágico y único en México. Visita obligada en cualquier viaje a San Miguel de Allende. Un sitio con una paz que nos invitan a orar y pedir por aquellos a quienes queremos y nos necesitan. como católico una buena oportunidad para entrar en oración con Dios. Si no son católicos, de todas formas el significado histórico del lugar y sus elementos no los dejaran indiferentes que lo vuelven un representante del barroco mexicano.


 
Vistas exteriores del Santuario en Atotonilco
 


Un bello Cristo en Madera tallada resguarda los pasos del peregrino
en el camino que lleva de la Carretera al Santuario de Atotonilco.
 
 
Finalmente, tras visitar Atotonilco y regocijarse en su belleza emprendimos la caminata hacia las aguas termales. Hay varios parques, algunos más exclusivos que otros pero lo importante es relajarse y darse un chapuzón en sus aguas.  Nosotros fuimos al parque La Gruta que está al pie de la carretera. Saliendo de Atotonilco caminamos en dirección a la carretera como 10 minutos. A la mitad del camino nos encontramos con un Cristo Tallado en madera bellísimo que resguarda el camino de los peregrinos.  Las manos de los artesanos del estado presentes en cada detalle. El parque consta de albercas y una construcción artificial que asemeja a una gruta con aguas termales. El pretexto ideal para relajarse y olvidarse un rato del estrés citadino. En fines de semana, puentes y vacaciones el parque está a reventar pero la administración nos dijo que entre semana el parque tiene pocos visitantes. Así que ya saben si odian las multitudes eviten venir en feriados. Como nosotros queríamos relajarnos hicimos oídos sordos al ruido y nos imbuimos en las aguas termales. Media mañana bastó para recuperar energías y volver a San Miguel a seguir subiendo por sus cuestas, descubriendo rincones, comprando artesanías y disfrutando el paseo.
 

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